Todos nosotros en algún momento en la
vida nos hemos equivocado, sea en no hacer los deberes, comprar
galletas de vainilla en vez de chocolate, o cometer errores en alguna
relación, pero al final del día, todos hemos sido perdonados o
tenido una segunda oportunidad.
Las segundas oportunidades es algo que
todos merecemos, los merecemos mientras sabemos que nos hemos
equivocado y si lo arrepentimos.
Sino hubieran segundas oportunidades no habríamos reconocido personas tan grandes como como por ejemplo Albert Einstein, una persona disléxica que sacaba notas tan malas sobretodo en mates, que lo querían expulsar, pero al final le dieron una segunda oportunidad, y se ha convertido en un genio, sobretodo en las mates.
Sino hubieran segundas oportunidades no habríamos reconocido personas tan grandes como como por ejemplo Albert Einstein, una persona disléxica que sacaba notas tan malas sobretodo en mates, que lo querían expulsar, pero al final le dieron una segunda oportunidad, y se ha convertido en un genio, sobretodo en las mates.
Otro ejemplo es Hilary Clinton, una mujer que perdonó a
su marido por ser infiel, y gracias a eso se ha convertido en una de
las personas más respetadas en el mundo, pero no solo por mujeres
sino que por hombres también.
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