La clase del Lunes parecia una clase de
cualquier día, hablábamos sobre El mester de clerecía y el libro
de buen amor. El señor García hablaba sobre el tema así como si
fuera cualquiera pero en verdad nos estaba engañando y cambio los
siglos y nadie se dio cuenta, la cual nuestro ''castigo'' es escribir
esta reflexión.
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